Aunque sea considerado un ‘deporte de caballeros’, el tenis no está exento de comportamientos innobles y antideportivos que abochornan a los aficionados y dan mal ejemplo a los jóvenes. Para combatirlos, las ATP y WTA proporcionan a sus jueces de silla una herramienta fundamental: el warning en tenis.
Como muchas de las expresiones tenísticas, el término warning proviene del inglés y significa «advertencia» o «aviso». Los warnings que reciben los jugadores en el curso de un partido deben interpretarse, pues, como sanciones leves, de valor acumulativo y cuyas consecuencias van de una reprimenda verbal a la expulsión.
Desde las alturas, el juez de silla o umpire se sirve de estas amonestaciones para prevenir malas prácticas (la falta de pie, el golpeo de la red en el saque), actitudes irrespetuosas (insultos, amenazas) o tácticas contrarias al reglamento. Un ejemplo de estas últimas es la artimaña empleada por Hugo Gastón durante el pasado Masters 1000 de Madrid: soltar una de las pelotas que guardaba en el bolsillo para interrumpir el punto que disputaba ante el croata Borna Coric.
El tenista francés fue sancionado además con 133.000 euros de multa, por lo que los warnings no siempre quedan en reprimendas verbales. De hecho, sus consecuencias pueden ser gravísimas para el afectado. Así pues, ¿cuántos warnings pueden recibirse en tenis?
▪ Primer warning: las protestas, actitudes irreverentes o pérdidas de tiempos dan lugar, si es la primera vez, a un warning que no afecta al marcador y sí, en ocasiones a su fortaleza psicológica.
▪ Segundo warning: esta no es una simple amonestación verbal, sino que conlleva la pérdida del punto por reiteración de faltas en el servicio de tenis, por ejemplo. Es una medida muy perjudicial en partidos profesionales, donde las diferencias no son abultadas y un punto perdido puede inclinar la balanza. Así, fue el denominado point penalty el que privó al español Alejandro Davidovich que superar a Jiri Vesely durante la edición de 2022 de Wimbledon.
▪ Tercer warning: de persistir en sus faltas y acciones antideportivas, el juez de silla se vería obligado a aplicar la sanción máxima que contempla el reglamento: la descalificación del deportista, que perderá el partido además del punto. No obstante, y dependiendo de la causa del warning, la pena podría implicar sólo la pérdida del juego (cada set se compone de seis juegos, recordamos). Conforme a la gravedad de la falta, los infractores pueden enfrentarse a multas por warning en tenis de tipo económico.
De las pérdidas de tiempo al maltrato de raquetas: estos son los principales tipos de warnings en tenis
Saber qué es un warning en el tenis forma parte de la base teórica de este deporte. Pero los interesados deben profundizar también en las causas que provocan esta amonestación. Probablemente, las pérdidas injustificadas de tiempo están detrás de la mayoría de warnings. Se producen cuando el servidor, que dispone de veinte segundos para iniciar el punto, excede este plazo una o reiteradas ocasiones. También puede incurrirse en falta si el descanso entre sets de tenis se apura demasiado.
La temida falta de pie —esto es, pisar la línea de fondo durante el servicio— suele provocar un warning si el juez de silla considera que el servidor pretende obtener una ventaja competitiva. Cualquier otra violación del reglamento, por simple reiteración, puede conducir a un warning.
La frustración y la ira pueden aflorar en la alta competición, manifestándose en los tenistas a través de la rotura del equipamiento y, en particular, de la raqueta. Novak Djokovic, Nick Kyrgios y otras estrellas de la ATP han roto incontables raquetas en su trayectoria. Es un gesto desafortunado, que el público suele ‘premiar’ con silbidos y el juez de silla con un warning. Si el infractor perdiese todas sus raquetas de este modo, sería descalificado, y por insólita que parezca, esta circunstancia le sucedió al croata Goran Ivanišević en Wimbledon 2001.
Dentro de ciertos límites, este tipo de warning en tenis es disculpable, no así las acciones y comportamientos antideportivos. Estas engloban los insultos, amenazas, agresiones, gestualidad obscena, etcétera, que evidentemente pueden derivar en la descalificación inmediata, sin que el tenista haya recibido el primer y segundo warning.
La aplicación de warnings, sumada a la rareza de las conductas antideportivas, hacen del tenis un deporte donde priman el fair play y el compañerismo, idóneo para grandes y pequeños. Con razón, es uno de los deportes más populares en campamentos de verano.