¿Sabías que Jannik Sinner, Naomi Osaka, Carlos Alcaraz y otros tenistas de élite queman hasta 5.000 calorías al día? Sin una dieta capaz de restablecer las energías perdidas, les sería imposible rendir al más alto nivel en torneos de Grand Slam. Así pues, la decisión de qué comer antes de un partido de tenis es más delicada de lo que parece a simple vista.
Junto con la psicología y el entrenamiento, una óptima alimentación en tenis es la base del rendimiento deportivo. El deporte blanco, por su dinámica intermitente y alta intensidad, requiere un aporte constante de energía a través de la dieta, antes y durante el esfuerzo físico. Cualquier desajuste al respecto pone en desventaja al jugador y compromete sus aspiraciones a la victoria.
'Game, set…, and snack!' Así es la alimentación ideal antes y durante los partidos de tenis
2 o 3 días antes del comienzo del torneo, los hidratos de carbono cobran protagonismo poco a poco en la dieta del tenista. Así lo aconsejan los expertos en nutrición deportiva. A medida que los arroces, las pastas y otros glúcidos se imponen en las comidas, disminuyen los bocados grasos o con excesiva fibra.
Cuando restan 3 horas para el encuentro, el tenista maximizará sus reservas de energía con una comida rica en cereales, lácteos y frutas, mayoritariamente. La adición de proteínas en forma de pescado o carnes blancas es bienvenida, al igual que el omega-3 y otros ácidos grasos saludables.
Las renuncias obvias incluyen las frituras, bollería industrial, salsas comerciales y alimentos ultraprocesados en general. Cada tenista tiene su particular black list: los embutidos y quesos estaban vetados en el ‘menú’ de Rafa Nadal, mientras que Novak Djokovic se prohibía la ingesta de cualquier producto de origen animal, incluidos los lácteos y otros derivados.
En síntesis, limitar el consumo de grasa y aumentar el de carbohidratos es la respuesta breve al interrogante de qué comer antes de jugar un partido de tenis.
Entre set y set, la alimentación saludable para tenistas se reduce a pequeñas dosis de hidratos de carbono, barritas proteicas y ciertas frutas, acompañadas de bebidas isotónicas. En concreto, los plátanos fueron un must entre los bocados que Roger Federer, Andy Murray o María Sharapova ingerían durante los partidos gracias a la riqueza en fibra de esta fruta tropical, de fácil digestión y generoso aporte energético de fácil digestión.
Por otra parte, la popularidad de los geles energéticos para tenistas va en ascenso. Este suplemento a base de agua y carbohidratos se diseña en un formato que agiliza su consumo y permite reponer las energías, sin recibir un warning por exceder el límite de 90 segundos de descanso al término de cada set. Lo comercializan marcas como PowerBar, Science in Sport o Crown Sport, sin mencionar NDL Pro-Health, desarrollada por Rafa Nadal en asociación con Cantabria Labs.
¿Y la hidratación?, ¿qué beben los tenistas en los partidos? Dado que la sensación de sed aparece cuando la deshidratación ha comenzado, los jugadores salen a pista con reservas suficientes de líquido, sin llegar a la pesadez. A fin de cuentas, perderán de uno a tres litros de agua por cada hora de juego, por lo que contrarrestar ese déficit es la clave.
Las bebidas rehidratantes o isotónicas son el mejor aliado del tenista para aliviar la sed. Por lo común, se recomienda beber medio litro aprox. cada sesenta minutos, siempre en sorbos pequeños y frecuentes, de unos cien mililitros. Estas proporciones han de adaptarse a la temperatura ambiente, la altitud y otros factores dinámicos.
Excederse sería un error, pues el jugador experimentaría los síntomas de la sobrehidratación, que incluyen náuseas, pesadez e hinchazón, además de la necesidad de evacuar esos líquidos extra en mitad del partido.
En cambio, los tenistas profesionales evitan cualquier bebida carbonatada o enriquecida con cafeína, alcohol, teína o taurina, así como los smoothies o jugos de frutas. El consumo de estos productos tiende a acelerar la deshidratación durante el esfuerzo físico.
