De espaldas, entre las piernas y renunciando a la red: la Gran Willy de Guillermo Vilas es sin duda uno de los golpes de tenis más osados, desafiantes y espectaculares. Esta técnica, bautizada así en honor del célebre tenista argentino, surgió en 1970 y, desde entonces, todas las grandes raquetas del circuito han utilizado este recurso, al menos una vez en sus carreras.
Pero ¿cómo hacer la Gran Willy en tenis? Este golpe pone a prueba la velocidad, precisión y habilidad del tenista, que plantea una defensa in extremis para arrebatar al oponente un punto —en apariencia— imposible. Aspectos como el esprint inicial para interceptar la bola, la empuñadura más adecuada o el timming de la devolución marcan la diferencia entre una floritura estéril y un golpe maestro.
¿Qué es el 'tweener' o Gran Willy en tenis?
La Gran Willy en tenis describe un remate entre las piernas, en carrera y dando la espalda al contrincante, generalmente en respuesta a un globo que ha superado la posición del jugador y le envía al fondo de la pista. En circunstancias normales, sería posible volverse y plantear una devolución más convencional, pero la Gran Willy es un recurso de emergencia: se emplea cuando todo lo demás es impracticable.
Pese a su vocación defensiva, la Gran Willy —tweener en tenis— causa sorpresa no sólo en el público sino también en el contrincante, y puede arrebatarle el punto si este se ‘abalanza’ sobre la red, demasiado seguro de su posición ganadora. Un claro ejemplo es el tweener con el que Juan Martín del Potro superó al croata Marin Čilić en la semifinal de la Copa Davis de 2016.
Debido a su dificultad extrema, la Gran Willy aparece en contadas ocasiones en partidos oficiales, no así en las exhibiciones. Con todo, los tenistas deben estudiar y perfeccionar esta técnica, a fin de ejecutarla con éxito cuando se presente la ocasión.
Gran Willy: 4 pasos para ejecutarla a la perfección
Paso 1: correr en busca de la pelota
Sin el esprint inicial, al jugador le sería imposible plantear el tweener porque la bola abandonaría el terreno de juego. Interceptarla antes de que eso suceda es vital. Para ello, el tenista debe (1) observar la trayectoria de la pelota, (2) volverse rápidamente y (3) retroceder hasta la zona de rebote de la pelota, que coincidirá con el fondo de la pista. Conocer la teoría sobre cómo hacer la Gran Willy no basta: también es importante entrenar la velocidad y la fuerza explosiva.
Pasos 2: adoptar la empuñadura continental
La Willy en tenis plantea una dificultad inédita en este deporte: conectar la bola en dirección opuesta al avance del cuerpo y entre las extremidades inferiores del mismo. Para los expertos, dos son las mejores formas de agarrar una raqueta en esta situación: la empuñadura continental y la semi-oeste.
Paso 3: predecir la posición del oponente
Más allá de una perfecta ejecución, los tweeners de Roger Federer, Alexander Zverev o Rafa Nadal destacan por su precisión. Devolver la pelota fuera del alcance de un oponente con ventaja no es magia, sino el resultado de una percepción visual muy desarrollada. Porque el tenista no sólo ha de predecir la dirección de la bola, sino también los desplazamientos del rival; de lo contrario, le entregaría un punto fácil, y el esfuerzo habría sido en vano.
Paso 4: golpear la bola entre las piernas
Correr hacia la bola y predecir su dirección y el posicionamiento del contrincante es la mitad del trabajo: el resto depende del golpeo. Es entonces cuando el timming adquiere una relevancia crítica, pues equivocar el momento exacto significa impactar la bola con la caña, golpear el suelo o abanicar el aire. Por si fuera poco, una fuerza insuficiente arruinaría incluso el mejor de los swings.
Del polo a las pistas de tenis: ¿cómo se originó la Gran Willy en tenis?
«La Gran Willy nació en 1970 en el Náutico MDP [Club Náutico Mar del Plata] por un mal pique y la perfeccioné. El nombre se lo puso el periodista Carlos Marcelo Thiery, gran amigo», ha revelado el propio Guillermo Vilas, apodado Willy por la afición anglosajona, que realizó este golpe por primera vez en Buenos Aires ante el galo Wanaro N’Godrella.
La Willy en tenis se habría inspirado en el polista Juan Carlos Harriot, compatriota de Villas, quien le observó rematar la bocha entre los cuartos traseros del caballo.
Como la pelota de tenis, la Gran Willy ha evolucionado durante el último medio siglo, y figuras de la talla de Federer, Djokovic, Del Potro o Nadal han perfeccionado y hecho suyo el recurso de Villas, reconociendo su aportación al deporte blanco. «Él no necesitó ser el número 1 para ser Vilas, no necesita eso», afirmó el tenista manacorí.
