Detrás de cada gran tenista hay un gran entrenador: Ivan Lendl (Andy Murray), Lennart Bergelin (Björn Borg), Peter Lundgren (Roger Federer) o Marián Vajda (Novak Djokovic) son claros exponentes. No hay duda de la importancia del entrenador deportivo en esta y otras disciplinas. Pero su influencia en el deporte blanco promete acentuarse en los próximos años gracias a la mayor permisividad del coaching verbal durante los partidos.
La Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) levantó el veto a esta práctica en julio de 2022, siguiendo el ejemplo de la Asociación de Tenis Femenino (WTA), cuyas competiciones aceptan el coaching desde 2009. Con esta decisión histórica, el rol del entrenador deportivo adquiere un mayor relieve en el transcurso de partidos oficiales.
Pero la influencia de esta figura va más allá del coaching en pista, la motivación o la enseñanza teórica: las instrucciones del entrenador en tenis y otros deportes moldean la técnica, la disciplina y la psicología del jugador, siendo responsable del desarrollo de estrategias competitivas.
El entrenador deportivo y su importancia: así beneficia a la mentalidad, la confianza o el rendimiento
Potencia el rendimiento, minimiza los errores
El entrenador, en cualquier disciplina, tiene el poder de acelerar la curva de aprendizaje del alumno y de maximizar la eficacia de su juego. Su ojo crítico, imparcial y experimentado es capaz de identificar las debilidades y fortalezas del aprendiz y de potenciar estas al tiempo que corrige aquellas.
Sabe exactamente lo que necesita su pupilo y se ocupa de planificar un entrenamiento a medida para proporcionárselo.
Los principiantes crecen observando a sus ídolos, imitando sus movimientos y asimilando estilos que pueden ser contraproducentes para su rendimiento deportivo. Porque el talento natural no lo es todo, una de las funciones de un entrenador de tenis, pádel y otros deportes es estudiar detenidamente el swing, el posicionamiento y otros aspectos de su juego, señalando los errores y enseñando técnicas y estrategias avaladas por la experiencia. La edad no es un problema, pues las clases de tenis en Barcelona se adaptan a la condición y etapa de crecimiento de la joven promesa.
Eleva la confianza y la motivación
Las excusas, el desánimo o la pérdida de confianza hacen mella en la competitividad de los deportistas. La solidez mental de Alcaraz, Djokovic o Nadal es el resultado de años de entrenamiento y preparación. Como el servicio, el resto o un drive genial, la fortaleza mental se trabaja día a día, y uno de sus artífices es el entrenador.
La importancia del entrenador de tenis, en particular, radica en su capacidad para alimentar la confianza de su pupilo y ayudarle a superar sus límites. Precisamente, esta es una de las ventajas de las clases de tenis. El establecimiento de metas realistas es vital para construir esa motivación, y de ello se ocupa su ‘padre’ deportivo, es decir, su entrenador.
Previene lesiones y malos hábitos
Las lesiones forman parte de la vida del deportista. Se producen mayoritariamente por la fatiga muscular, la sobrecarga o un programa de entrenamiento inadecuado, y su prevención eficaz forma parte de los beneficios de tener un entrenador deportivo.
Es errónea la creencia de que solo el rugby, el hockey y otros deportes de contacto acarrean un alto índice de lesiones. En 2018 se lesionaron nueve tenistas por semana, según datos de Tennis Explorer difundidos por El Economista. Y es que la epicondilitis lateral, la Tendinitis rotulianas y otras lesiones comunes en tenis son una constante amenaza en una actividad tan dinámica y exigente para el tren inferior y superior.
Con todo, el entrenador no puede obrar milagros. Sirva de ejemplo la oleada de lesiones que arrastró Rafa Nadal a lo largo de su carrera deportiva, pese a disponer de entrenadores de la talla de Carlos Moyá y Toni Nadal.
Construye la fortaleza mental
Se estima que la fuerza mental determina el 60-70% del rendimiento del deportista de elite. Los desequilibrios entre mentalidad y condición física dan lugar a talentos inconstantes, como Nick Kyrgios, Simona Halep y Bernard Tomic en el mundo del tenis. Por esta razón, otra de las responsabilidades de un entrenador deportivo es fortalecer la resiliencia, el equilibrio emocional y la habilidad para canalizar la ira y la frustración; en una palabra, el juego mental que se disputa dentro y fuera de las pistas.
Inculca valores y ‘fair play’
Valores como la humildad, la perseverancia o el respeto son parte inseparable del tenis y otras disciplinas. «Tu increíble ética de trabajo, tu dedicación y tu espíritu de lucha son una inspiración para mí y para muchas personas de todo el mundo». Con estas palabras reconocía Roger Federer a su eterno rival, Rafa Nadal, durante el Abierto de Australia de 2022. Y no hay duda de que las enseñanzas de Toni Nadal influyeron de forma decisiva en la deportividad de su sobrino.
Y es que el entrenador se ocupa de formar no sólo las destrezas técnicas del tenista, sino también su carácter y su actitud en la victoria y en la derrota. Sin una sólida formación en valores, se corre el riesgo de que alumno se muestre arrogante hacia los menos hábiles, desarrolle una competitividad mal entendida o incurra en trampas que ensombrezcan su legado.
