Con más de 2,5 millones de practicantes, el pádel es uno de los deportes con mayor tasa de crecimiento en España, junto al surf y el montañismo. A diferencia de otros deportes, el pádel goza de especial popularidad entre las mujeres.
La balear Gemma Triay, número uno del World Padel Tour, expresó que «el éxito del pádel se debe a que gusta a las mujeres. […] Creo que en pocos deportes se ve tanta mujer que juegue». Celebridades como Rosa López, Gemma Mengual o Sarah Maestri disfrutan del pádel en sus ratos libres. Y en países como Francia, alrededor del 20% de los torneos oficiales son femeninos.
¿Por qué gusta tanto entre las deportistas femeninas? Despedirse del estrés y la ansiedad, fortalecer las relaciones sociales o deshacerse de esos kilos de más destacan entre los beneficios del pádel para mujer, como descubriremos en las siguientes líneas.
5 beneficios sorprendentes del pádel para la mujer
Tonifica y adelgaza sin esfuerzo
El ejercicio del pádel contribuye a tonificar los músculos abdominales, cuádriceps, glúteos, bíceps y tríceps gracias a la intensidad de los desplazamientos y a la movilización rápida y continuada que exige la dinámica del juego. Para la mujer, esto supone un fortalecimiento de la musculatura del torso, de las extremidades y del suelo pélvico.
Indirectamente, el adelgazamiento es una de las grandes ventajas del pádel para mujeres, de la que naturalmente también se benefician los jugadores masculinos. Incluso la práctica diaria a baja intensidad permite recuperar la figura sin esfuerzo, al tiempo que se perfeccionan los mejores golpes de pádel y se disfruta del tiempo libre.
Reduce el estrés y la ansiedad
La sobrecarga de trabajo, la insatisfacción personal o los conflictos familiares son problemas que afectan a nuestra psicología y ocasionan un fuerte desgaste emocional. Por sus efectos reductores del estrés, el pádel supone una válvula de escape para muchas jugadoras.
De hecho, se ha demostrado que esta actividad física genera endorfinas, unos polipéptidos que disminuyen los niveles de dolor y aumentan el bienestar de sus practicantes. A la vista de este beneficio del pádel, es fácil entender su efectividad para liberar pequeñas tensiones y gestionar las preocupaciones del día a día.
Fortalece la salud cardiovascular
¿El pádel es un ejercicio aeróbico o anaeróbico? En este deporte se desarrolla una potencia aeróbica y anaeróbica a un mismo tiempo. Por esta razón, los padelistas disfrutan generalmente de una mejor salud cardiovascular que el resto, resultado de una actividad que requiere una oxigenación constante, que optimiza el flujo sanguíneo y que somete el corazón a un trabajo constante.
A medio y largo plazo, lo anterior supone un menor riesgo a enfermedades cardiovasculares de diversa índole. Y es que los cuádriceps, isquiotibiales y bíceps no son los únicos músculos utilizados en pádel, sino que también el miocardio mejora su fuerza y desempeño con el paso del tiempo.
Ayuda a socializar
La soledad y el aislamiento social afectan más a personas de la tercera edad que a cualquier otra cohorte demográfica. La práctica regular del pádel, como sucede con otros deportes grupales, estimula las relaciones sociales entre personas de diversa edad y condición en un contexto de competición sana y amistosa.
Como deporte social, el pádel fomenta la comunicación y la amistad en mayor medida que el tenis, con la modalidad de dobles como única excepción. La necesidad de entenderse y coordinarse con una pareja de juego ayuda a establecer lazos emocionales y conseguir amistades valiosas, combatiendo así el sentimiento de soledad.
Potencia la capacidad de atención
La dificultad para prestar atención y mantenerse concentrado es un problema común en la infancia y la adolescencia. El pádel también permite a las jugadoras más jóvenes enfocar sus esfuerzos y capacidades en una actividad, eliminando del pensamiento cualquier preocupación, pensamiento negativo u otra forma de ‘lastre’ mental.
En respuesta a la cuestión de para qué es bueno el pádel, justo es reconocer que mejora la capacidad de atención de los más pequeños, preparándoles así para el estudio y las exigencias de la vida adulta. Con todo, el pádel nunca debería perder su faceta lúdica para el público infantil; de lo contrario, se corre el riesgo de que su atención se diluya, juntamente con todos sus beneficios.